El invierno, las montañas nevadas, un día divertido con amigos o nuestra familia… ¿Qué hacer para juntar todo en uno? Pues pasar un día practicando uno de nuestros deportes favoritos: esquiar. ¿No lo has realizado nunca? No te preocupes porque tenemos todo controlado y te hemos elaborado el decálogo que debes tener en cuenta si te has planteado aprender a esquiar.
Toma nota y no te pierdas nuestro “Cómo sobrevivir al primer día de esquí”. Es mucho más fácil de lo que piensas, así que apunta y ¡buena suerte!
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1- Clases con monitor. Si quieres tomarte en serio esto de tu primera vez en el mundo del esquí, lo más recomendable es que optes por contratar un monitor o dar unas clases con algún amigo que controle. ¡Ojo! No te lances a la aventura; aunque veas a los demás en la pista bajar con mucha soltura necesitas tener unas nociones básicas sobre como deslizarte. Y recuerda que no es lo mismo esquí de fondo que esquí alpino, así que una introducción sobre cómo frenar, avanzar y girar siempre vendrán bien.
2- Pistas por colores. Como sabrás las pistas de esquí (¡afortunadamente!) están clasificadas por colores, siendo las verdes las más fáciles, seguidas por las azules. Las rojas son un nivel para expertos así como las negras, siendo éstas las más difíciles. Por lo tanto, empieza por el principio, ¡no te vayas a una pista negra nada más llegar! Las verdes serán tus mejores amigas, por lo menos los primeros días y tranquilo, porque ya tendrás tiempo de conquistar nuevas tierras cuando te hagas todo un profesional.
3- Primero, a calentar. Si no estás acostumbrado a realizar ningún deporte en concreto, no debes pasar por alto una de las partes más importantes de todo ejercicio: el calentamiento. Ten en cuenta que hace frío fuera, además no quieres lesionarte y seguro que no vienes de correr una maratón… Por eso, tanto si estás aprendiendo a esquiar como si ya eres un pro, antes de empezar no te olvides de calentar brazos, piernas, estirar espalda y mover el cuello.
4- Traslados en la pista. No todo es esquiar, también hay que tener en cuenta los traslados en la pista así que tienes que hacerte con dos nuevos amigos: el telesilla y el telearrastre…. Te adelantamos que te costará pillarles el truco, pero acabarás controlando a ambos. La primera vez que cojas el telesilla sube siempre con alguien para que te indique qué hacer en la subida (sólo debes esperar que el asiento se acerque y apoyar el culo) y en la bajada (te dejas caer al suelo de pie y te sales rápidamente de la zona).
5- Si te caes, ¡arriba! No tengas miedo, te vas a caer muchas veces, asúmelo y sigue levantándote. Todos los esquiadores pasan por ello así que aunque quieras bajar por las pistas con estilo, deberás pasar el proceso que todos han hecho. La mejor forma de aprender es caerte, eso demuestra que te está esforzando.
6- Importancia del equipamiento. Está claro que si es tu primera vez en la nieve no vas a comprarte todo lo necesario de las mejores marcas; además, no sabes si te gustará el esquí y querrás seguir practicando este deporte. Pero lo que si debes tener en cuenta es que el equipamiento que utilices es importante. Y es que el hábito no hace al monje, pero… ayuda. Asegúrate de que cuentas con el equipamiento adecuado: ropa impermeable, guantes, casco, gafas. Lo mejor es que lo pidas prestado a algún amigo o familiar que sea un apasionado de los deportes de invierno para comprobar si tu primera experiencia ha ido tan bien quequieres repetir. Si de verdad te gusta, ve adquiriendo poco a poco el equipamiento y no vayas a lo más barato. Lo mejor, comprarlo en los meses de verano y en rebajas, encontrarás precios muy buenos.
7- No te fijes en los demás. A diferencia de otros deportes en los que puede empezar en solitario, en el esquí siempre vas a estar rodeado de gente, desde novatos hasta expertos. Así que asume que nadie se va a fijar si lo haces bien o mal, los demás están allí disfrutando de la nieve así que haz tú lo mismo. Y por favor, no envidies a los niños de 5 años que pasarán por tu lado y parecerán campeones olímpicos ¡todo llega, tú también lo serás!
8- Protégete del sol. Igual de importante es proteger las partes de nuestro cuerpo que dejamos al descubierto. Por eso no te olvides de la crema solar y del bálsamo para los labios. El reflejo del sol en la nieve es peor que cuando te expones en la playa y en bañador, así que cada hora o dos horas vuélvete a aplicar la loción. Además, no queremos que cuando vuelvas al trabajo todo el mundo note el tipo de gafas que has usado en tu gran aventura que es aprender a esquiar….
9- Después, relax. ¿Hay algo más gratificante que un día de deporte? En el esquí mueves todos los músculos así que el primer día terminarás agotado, pero garantizamos que también estarás satisfecho. Así que al acabar el día, disfruta del ‘après-ski’. Relájate, tómate algo y disfruta del paisaje ¡te lo has ganado! No olvides estirar un poco para evitar tirones y sobre todo cambia a unas botas de descanso, ¡tus pies te lo agradecerán!
10- Y sobre todo, disfruta. El esquí sólo podemos practicarlo unos pocos meses al año y si es tu primera vez puede que hasta el año que viene no repitas. Así que aprovecha al máximo tu estancia en las pistas y disfruta cada instante, ya que aunque te caigas y no hayas progresado mucho, estos momentos son para reírse y divertirse. Además bien pensado ¿hace cuánto tiempo que no eras principiante en algo? Siempre es importante seguir aprendiendo y ser ‘el nuevo’ de vez en cuando.
Y así es como debes sobrevivir al primer día de esquí, ¿a qué no es tan complicado? Lo difícil de aprender a esquiar está en los giros y en los frenos, pero también en tener la suficiente fuerza de voluntad para levantarse tras unos cuantos culetazos. Por eso, quédate con nuestro punto más importante: ¡disfruta!