Existen pocos destinos en nuestro país en los que poder hacer tantas cosas en un mismo territorio como es Mallorca. Y es que unas vacaciones en esta isla se quedan cortas para conocerla en su totalidad, para poder disfrutar de todas sus paradisíacas playas o de visitar todos sus pueblecitos con encanto.
El territorio mallorquín ha sido a lo largo de la historia un enclave estratégico donde todos los pueblos han querido tener su hegemonía, y por eso en la actualidad, nos ofrece la posibilidad de hacer un viaje en el tiempo a través de su patrimonio cultural. ¿Nos acompañas en esta escapada por la historia de Mallorca?
Los orígenes de Mallorca
Hoy en día, el emplazamiento de Mallorca es envidiable: está rodeado por el Mediterráneo, cerca del resto de islas del archipiélago y a pocos kilómetros de la costa levantina. Por eso, siglos y siglos atrás su ubicación era realmente una posición estratégica para controlar el acceso a Europa desde el suroeste del continente. Ha sido un territorio clave en algunas de las batallas y sucesos más significativos que han tenido lugar en el Mediterráneo y por ello, hay que comenzar hablando de los primeros habitantes de los que se tiene constancia: los talayots. Se calcula que fue alrededor del año 7 mil a.C.
Esta cultura se han hecho conocidos en nuestra actualidad por la creación de unas curiosas torres de vigilancia, hechas de piedra, y las cuales hoy en día podemos visitar a lo largo de la isla. Aunque este pueblo sigue siendo en algunos aspectos un misterio para los arqueólogos, se cree que fueron uno de los más fuertes en su época, atemorizando incluso a los ejércitos fenicios y resistiendo a mantener su poder en Mallorca. Por aquí también pasaron los griegos (ya que se han descubierto en nuestra actualidad navíos hundidos en las costas de la isla) pero los grandes cambios llegaron con la invasión de los romanos en el siglo II a.C. El territorio se sumó al Imperio y se conviertió en un enclave estratégico para controlar el Mediterráneo.
Mallorca en la Edad Media
Con la caída de los romanos, diferentes pueblos tomaron la isla: primero los vándalos (que la dejaron arrasada), después los bizantinos y por último los musulmanes. Éstos fueron los encargados de traer prosperidad y esplendor a la Mallorca del siglo IX y mantenerlo durante los siguientes 300 años. Se anexionó al Califato de Córdoba y llamaron al archipiélago balear las islas orientales de al-Ándalus. El pueblo musulmán incorporó algunos de sus avances como las alquerías o el sistema de riego y se empezaron a levantar algunos de los puntos de interés que hoy en día no podemos dejar de visitar en Mallorca, como el Palacio de la Almudaina.
Pero el poder musulmán terminó a principios del siglo XIII cuando Jaime I el Conquistador llegó a la isla. Una vez que pasó a formar parte del pueblo cristiano no significó que los habitantes encontraran la paz, ya que con la victoria de Jaime I hubo diferentes enfrentamientos. Gran parte de los habitantes musulmanes pasaron a ser esclavos y se impuso la cultura cristiana (con su religión, lengua y costumbres). Además, mientras Palma era una de las ciudades más prósperas del Mediterráneo, a finales de la época medieval los que vivían en el campo fueron los que pasaron mayores penurias: la peste, la pobreza, rebeliones… Desde ese momento la isla fue perdiendo su hegemonía. El comercio había descendido, los ataques de piratas eran constantes y en general la nación española estaba en declive.
La isla en la actualidad
A todo esto hay que sumar los cambios que se fueron viviendo en la Península, como la Guerra Civil o la Sucesión Real; cuestiones de las que Mallorca a pesar de estar separada por el mar también se vio afectada. En la Guerra de Sucesión del siglo XVIII, Mallorca apoyó a los Habsburgo así que cuando Felipe V se proclamó vendedor abolió la autonomía y resto de privilegios que tenía hasta ese momento la isla. Los siguientes 200 años no fueron mucho mejores y así fue pasando el tiempo hasta que llegamos a 1931. Las elecciones generales de ese año hicieron récord en Mallorca siendo los republicanos y socialistas los más votados, victoria que fue abolida con las elecciones de 1933 por los nacionales. El alzamiento de Franco en la isla fue bastante pacífico en comparación con otros puntos del país, y como decíamos al principio, en este caso su punto estratégico les sirvió para que Mallorca se convirtiera en la base de operaciones aéreas de Italia.
Con la llegada de la dictadura, Mallorca vivió de forma similar que el resto de regiones españolas hasta que empezó a cambiar su suerte en la década de los cincuenta. Y es que a mediados del siglo XX, cuando el turismo empezó a proliferar en nuestro país, Mallorca se convirtió en uno de los destinos más deseados. Se hizo el primer vuelo chárter, comenzaron la construcción de hoteles en Palma y en la zona de Cala Major… Y esto fue el detonante para que la isla rápidamente se fuera transformando completamente para convertirse en uno de los lugares más modernos y cosmopolitas de España.
En los últimos 9 mil años, Mallorca ha sido uno de los territorios más disputados de nuestro país y es que como hemos visto, su emplazamiento es único. Está en el Mediterráneo, cerca de la Península y al contar con la Sierra de la Tramontana es perfecto para tener unas impresionantes vistas de la costa de la isla. Por eso hoy en día, es un destino en el que poder realizar todo tipo de actividades de playa, montaña; disfrutar además de buenas temperaturas y poder hacer un recorrido por nuestros antepasados de la mano de los monumentos que en la actualidad todavía podemos visitar.
En tus próximas vacaciones ven a conocer Mallorca, uno de los lugares de nuestro continente más deseados y por ello, que se ha forjado una rica e interesante historia que contarnos. ¡Te esperamos!