Quedan apenas unos días para volver a sentir el caloret faller. Para que Valencia se llene de luz, color, flores, petardos y orquestas. Solo unos días para ponernos los moños, las espardeñas y el blusón.

Pero realmente, ¿Cuál es el origen y la evolución de la fiesta que hace brillar las calles valencianas en el mes de marzo?

Hablemos de su historia…

Para explicar sus inicios debemos remontarnos al siglo XVIII. Durante esa época, los carpinteros de la ciudad, quemaban frente a sus talleres, en las calles y plazas públicas, trastos viejos un día antes de San José, la fiesta de su patrón . Esta era su particular forma de celebrar el fin del invierno.

Con el paso de los años creció la competencia entre barrios para construir los ninots más impresionantes, creando monumentos cada vez más elaborados con esencia crítica y, en ocasiones, provocativa.

Esta evolución llevó a que, en la segunda mitad del siglo XIX, las Fallas fueran objeto de persecución. Las autoridades de la época veían en estas celebraciones una vía de expresión popular que podía cuestionar o ridiculizar la situación política y social.

En respuesta a esta represión, surgió un movimiento de reivindicación que llevó a la entrega de trofeos a los mejores monumentos falleros, un reconocimiento otorgado por la revista La Traca.

Estos reconocimientos se consolidaron con la instauración de los premios municipales del Ayuntamiento en 1901, respaldando la creatividad y la habilidad artística de los falleros.

Así, lo que aparentemente parecía una sencilla quema de desechos invernales, ha evolucionado hasta convertirse en monumentales obras de arte que narran con ingenio interesantes historias.

Actualmente, tal es su fama que en el año 2016, la UNESCO reconoció la singularidad de las Fallas al declararlas Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad.

Este prestigioso reconocimiento subraya su importancia como un tesoro compartido internacionalmente impulsado por la introducción de tecnologías modernas y materiales innovadores que ha permitido que las esculturas alcancen niveles de creatividad incomparables.

Además, la inclusión de eventos paralelos como conciertos, fuegos artificiales o pasacalles ha ampliado su oferta de entretenimiento. Te dejamos en este enlace un listado cronológico de los eventos principales para ayudarte a conocer cada uno de ellos.

Motor económico

Por último, nos gustaría resaltar el importante papel que desempeñan en la economía valenciana.

Las Fallas impulsan sectores como la hostelería, restauración y comercio local, proporcionando un gran número de puestos de trabajo.

Y, por supuesto, influencian positivamente el sector turístico de la ciudad, atrayendo miles de visitantes anualmente.

Ahora que ya conoces el gran origen de las Fallas de Valencia, te dejamos un diccionario fallero con palabras que no dejarás de escuchar durante tu estancia.

¡Felices Fallas! Nos vemos pronto.