Viajar a Roma con niños puede ser muy divertido. Ellos la van a disfrutar a su manera y los mayores podéis hacer que vivan una experiencia inolvidable. Ir a sitios preparados para ellos y contarles, con un lenguaje comprensible y dándole una nota emoción al relato, la historia de cada lugar es la mejor forma de visitar Roma con niños. Una experiencia que, por otra parte, también va a suponer un aprendizaje para los más peques.
Además, los más pequeños suelen tener descuento o entrar gratis en la mayoría de edificios históricos en los que se cobre entrada. Podéis preguntar en la taquilla por el sconto bambini y mostrar la documentación en la que pone la edad de vuestros hijos. Esta es una lista de algunos sitios muy interesantes de la ciudad italiana para visitar exclusivamente con niños.
Es el parque más famoso de la capital de Italia y está considerado como el corazón verde de la ciudad. Fue el jardín de la residencia privada de la familia Borghese durante el Renacimiento. Por ello está lleno de palacios, edificios históricos y jardines ‟a la italiana”. Es un lugar genial para pasear con los peques, hacer un picnic o alquilar unas bicis para dar una vuelta. Os gustará el Lago de Esculapio. Allí campan a sus anchas patos, ocas, tortugas y carpas. Si os apetece, hasta podéis remar con las barquitas disponibles.
En Villa Borghese hay otros lugares chulos para los más pequeños, como el Museo de zoología en vía Aldrovandi, el Cinema dei Piccoli (podréis subir al tiovivo, correr en la pista de coches o alquilar unas bicis) o la Casina di Raffaello.
Abre todos los días de la semana y la entrada es gratis. Está en el centro de Roma y es fácil llegar en metro o autobús.
Es un jardín zoológico ubicado en un lugar privilegiado de Roma. Se inauguró en 1911 y se encuentra en la zona norte de Villa Borghese. Más de 200 especies de animales viven allí y pueden ser visitadas por los amantes de la naturaleza, que se encontrarán con un espacio ecológico y cuidado. Seguramente, las zonas que más gustarán a los niños serán el Reptilario, la Savana Africana, la Casa de los Elefantes y la Granja.
Es un museo genial para ir en familia. Abarca más 8.000 metros cuadrados y dispone de salas y espacios al aire libre con juegos, laboratorios para aprender, librerías y restaurante habilitado para los más pequeños. Se divide en varias salas temáticas: juegos con agua, huertos, actividades para los 5 sentidos pensadas para menores de 3 años, laboratorios didácticos… Los niños de todas las edades pueden disfrutar aquí y aprender jugando. Está dentro de los límites de Villa Borghese y la entrada es de pago.
Es un parque de atracciones muy completo. Por supuesto, hay montañas rusas, atracciones de agua, zona infantil, espectáculos musicales y de baile… Es un lugar perfecto para ir a pasar el día a divertiros tanto mayores como pequeños. Se halla a las afueras de Roma, pero es fácil llegar hasta él: se puede ir en tren a la estación de Valmontone y, una vez allí, coger de forma gratuita un autobús que llega hasta el Rainbow MagicLand. Todas las atracciones, juegos y actuaciones del parque están englobados en el precio de la entrada. Los niños que midan menos de un metro entrarían de forma gratuita.
El Planetario de Roma está en un recinto de 300 metros cuadrados cubierto por una cúpula que “encierra” digitalmente el Universo. Desde más de 100 butacas reclinadas los visitantes pueden observar esta espectacular creación.
Para seguir con la experiencia, el Museo Astronómico dispone de espacios interactivos y exposiciones de las galaxias y los planetas para que los niños aprendan mientras juegan. Las dos instalaciones están en el barrio del EUR (Esposizione Universale Roma), una zona poco frecuentada pero a la que es fácil llegar en transporte público.
Este lugar es una pasada. Time Elevator es una especie de máquina del tiempo con la que podréis viajar hasta los inicios de Roma y conocer sus leyendas y gestas en una experiencia 5D. La historia de Rómulo y Remo, la caída de Julio César, la construcción de la Capilla Sixtina… y sin contar con el hecho de que también podréis ver monumentos como el Coliseo o las Termas de Caracalla en todo su esplendor, entre otras muchos lugares míticos de la Roma antigua. Y, ¡no solamente de la capital de Italia! Podréis retroceder todavía más en el tiempo y vivir en primera persona el Big Bang, la desaparición de los dinosaurios y la evolución del hombre.
¿Cómo es posible todo esto? Lo es gracias a tres pantallas panorámicas, butacas que se sostienen en plataformas móviles, un sonido envolvente muy realista y efectos de vídeo sorprendentes. Se puede elegir entre las muchas funciones disponibles y verlas por separado o juntas; las hay para todas las edades. Podréis elegir el idioma (italiano, español, inglés, francés, alemán o ruso) de las proyecciones; las cuales, por cierto, duran 45 minutos cada una.
Este palacio se alzó en el año 1573 como lugar de residencia de verano para el papado. Después de la unificación de Italia, pasó a ser el Palacio de la Casa Real; hasta la fecha y desde 1947, constituye la vivienda del presidente de la República.
Diariamente y a sus puertas, a las 3 de la tarde, se lleva a cabo la ceremonia del Cambio de Guardia. No es tan conocida como la que tiene lugar en Londres, pero es algo digno de ver, pues la acompaña música de orquesta. A los niños les puede resultar muy llamativo.