En España contamos con hermosos destinos donde la naturaleza y la historia se funden para dar lugar a un destino turístico excepcional. Uno de ellos es sin duda Rosas, una de las joyas de la Costa Brava y nuestro destino protagonista de hoy por su relevancia en nuestro país. ¿Por qué ha sido tan importante esta población en el desarrollo de la Península? Principalmente por su emplazamiento, una entrada directa desde el Mediterráneo que varias civilizaciones tomaron como acceso a nuestro actual país. Si quieres conocer más sobre la historia de Rosas, ¡sigue leyendo!
Hoy repasamos la historia de Rosas, te garantizamos un viaje en el tiempo desde la prehistoria pasando por las culturas griegas y romanas y culminando en la época medieval, su principal atractivo. ¿Nos acompañas en este regreso al pasado?
Fundación de Rosas
- Ciudadela. Para comenzar a entender la historia de Rosas lo ideal es conocer en detalle uno de los monumentos más importantes del municipio: la Ciudadela. En este gran espacio confluyen tres espacios temporales: la Edad Antigua, la Media y la Moderna. Y de la mano de cada una de ellas se puede ver la evolución que ha sufrido la ciudad gracias a los restos que todavía se conservan y que los turistas pueden visitar. Comenzamos repasando el origen de Rosas, o mejor dicho de Rhodes, ya que este fue el nombre que recibió el núcleo urbano que trazaron los griegos en el siglo III a.C. Se puede visitar en la actualidad el que fue el barrio helenístico, dedicado especialmente a las tareas del puerto y artesanales, y hoy en día están todavía visibles seis de las manzanas que daban vida a esta localidad.
- Castro visigodo. Otro de los lugares más importantes de Rosas para poder conocer bien su historia es el yacimiento de Puig Rom, el considerado único ejemplo de castro visigodo de España. Era un pequeño núcleo urbano, totalmente fortificado y levantado en el siglo VII. ¿Qué encontramos hoy en día en él? Toda la zona amurallada, la puerta de acceso junto a sus torres y algunas de las casas que se han ido encontrando tras las extensas excavaciones. Al estar en la zona alta de una colina era perfecta para ver en el horizonte el Mediterráneo así como toda la bahía. El desarrollo de Rosas no sólo tiene que ver con la Ciudadela sino también con esta zona, ya que se cree que los habitantes de Rhodes tuvieron que trasladarse hasta esta llanura tras la caída del Imperio Romano y la llegada posterior de los visigodos. Sin embargo, con el paso del tiempo, la población fue volviendo a la parte costera y así fue como fue creciendo lo que hoy conocemos como Rosas.
Rosas en la Prehistoria
Hemos comenzando hablando de la Rosas del siglo III a.C, pero varios restos encontrados nos muestran que hubo habitantes en esta zona mucho antes, durante la prehistoria. Así que, aunque no podemos considerar a los habitantes neolíticos como fundadores de la ciudad, sí que han formado parte de la historia de la localidad y merecen una mención especial. Si no quieres perderte ninguno de estos monumentos prehistóricos durante tu visita a Rosas lo más recomendado es que dediques al menos una jornada a visitar el Cabo de Creus. En este importante Parque Natural hay varios elementos pertenecientes al Neolítico como dólmenes, menhires o cistas.
Aquí podrás encontrar una ruta perfectamente señalizada para hacer andando y viajar en el tiempo miles de años atrás. Las más importantes son: el Dolmen de la Creu de Cobertella, el dolmen del Cap de l’Home y el dolmen del Llit de la Generala. Aunque los tres datan entre los años 3500 y 3000 a.C., este último se reconstruyó hace 20 años para que los visitantes pudieran verlo más completo. El más grande de los tres -siéndolo incluso de toda Cataluña- a es el de la Creu d’en Cobertella. Era un gran sepulcro construido con losas de granito y del que hoy en día solo queda la cámara y antecámara de la construcción.
Época medieval y moderna
Tras regresar de la Prehistoria, continuamos repasando la historia de Rosas a través de sus monumentos. Otra de las joyas del patrimonio de la ciudad es el Castillo de la Trinidad. Se levantó en el siglo XVI y su función era la de defender y vigilar la localidad desde la punta de la Poncella. Fue muy importante, especialmente por su situación estratégica y de hecho a la colocación de su primera piedra asistió el Emperador Carlos V. En caso de asedio, hubiera podido albergar a más de 300 hombres además de munición y víveres.
Y para finalizar, regresamos al punto donde hemos iniciado este recorrido: en la Ciudadela de Rosas. Ahora no vamos a hablar de su fundación sino del desarrollo de la población con dos monumentos, el Edificio A y el Monasterio de Santa María. Con este nombre, Edificio A, se califica a una construcción de los siglos IV-VI al lado del barrio griego. Aunque hoy en día no esté junto al mar, cientos de años atrás sí que estaba situado al lado de la playa, por lo que se cree que en él se desarrollaba alguna actividad industrial relacionada con la pesca. Y la relación del Monasterio de Santa María con la historia de Rosas radica en que alrededor de éste surgió la que fue la villa de Rosas en la Edad Media. Era un núcleo urbano amurallado y estuvo habitada hasta el siglo XVIII.
La historia de Rosas es una de las más interesantes de todas las localidades españolas ya que sus orígenes se remontan a la llegada de los griegos a la Península además de que tres mil años antes de Cristo ya se habitaba esta zona de la actual Costa Brava. Su buenísima ubicación a la Península a través de la bahía, la visibilidad que se tenía del Mediterráneo desde lo alto del Cabo de Creus y las temperaturas que había a lo largo del año (mejores que en otras zonas de Europa) han sido a lo largo de la historia los motivos principales para convertir en Rosas en un importante enclave.
Esperamos que hayas disfrutado de este viaje en el tiempo por la prehistoria, las culturas griegas, romanadas y visigodas así como las edades Media y Moderna. Esta ha sido la última parada, pero ahora te toca revivirlo en una próxima escapada a Rosas. ¡Te esperamos!