Sicilia: La isla de las mil caras
Sicilia, bañada por tres mares, el Mediterráneo, el Tirreno y el Jónico, ha sido escenario del progreso de muchas civilizaciones. La séptima isla más extensa de toda Europa te está esperando para enseñarte su riqueza artística, cultural y medioambiental. Un lugar donde se produce un choque enorme de influencias, hogar de los primeros hombres que vivieron en la época arcaica, núcleo de civilizaciones tales como la griega, la árabe y la romana que dejaron bien marcada su huella. Las distintas e inmemoriales culturas que pasaron por la isla demostraron su templanza, su identidad y sus estilos de vida levantando emblemáticas construcciones y poderosos monumentos que se reparten entorno a los principales núcleos de población.
Esta región cuenta con un enorme privilegio: buenas temperaturas durante todo el año. Sicilia se convierte en un lugar perfecto para viajar tanto en diciembre como en agosto. También es ideal para todo tipo de turistas: el playero que desea hacer ruta por las playas, el montañero interesado en descubrir nuevos paisajes, el cultural que desea recorrerse las calles para impregnarse de su patrimonio y el gastronómico que quiere degustar los sabores típicos sicilianos. Tanto si eres uno de ellos como si eres una combinación de todos, Sicilia puede aportarte eso y mucho más.
Palermo
El mar Tirreno baña su costa donde se abren los golfos de Carini, Palermo y Términi Imerese, tres lugares donde podrás disfrutar del mar en un ambiente muy cálido y tranquilo. Sus innumerables playas también ofrecen la posibilidad de practicar deportes acuáticos sobre todo vela y windsurf. Para el turismo veraniego es imprescindible visitar la pequeña isla de Ustica donde se pueden practicar actividades como senderismo o buceo y recorrer las distintas rutas para descubrir el origen volcánico de la isla.
Palermo es hogar de diferentes estilos arquitectónicos: árabe-normando, gótico y romano que conforman un excelente patrimonio cultural y artístico. La Iglesia de San Juan de los Ermitaños impresiona por la cantidad de cúpulas que posee, pero sin duda la Catedral impacta más por su imponente estructura. La mejor forma de embelesarse con la historia de la ciudad es callejeando por sus estrechas calles donde se encuentra todo el encanto de la capital. Aquí, además de toparte con edificios y monumentos de gran belleza podrás degustar la gastronomía típica en los restaurantes donde destacan platos como los arancini, el atún asfinciuni o la pasta preparada de diferentes y variadas formas. El pescado, los dulces y los vinos son excelentes también.
Catania
El Etna, el volcán activo más grande de Europa, es una gigantesca mole que vigila la pequeña y tranquila ciudad de Catania. Éste ofrece emocionantes aventuras a lo largo y ancho de sus laderas y valles cubiertos por la lava seca donde vive una fauna y flora muy peculiar. Lo más impresionante es la fusión de colores rojizos, marrones y verdes que pueblan el macizo rocoso y las vistas desde la cima a la ciudad, un paisaje difícil de olvidar.
La costa, bañada por el mar Jónico, también muestra escenarios naturales de gran valor medioambiental. Aguas de distintas tonalidades azules y turquesas, arena fina y también rocas forman el litoral de esta ciudad que invitan a disfrutar en familia practicando actividades acuáticas.
Agrigento
Visitar esta ciudad te transportará rápidamente al pasado con la numerosa cantidad de construcciones de distintas épocas que podemos encontrar, sin embargo, lo más impactante son los vestigios griegos, los restos mejores conservados de esta civilización que encontramos en todo el mundo, incluyendo a la mismísima Acrópolis de Atenas. Es de obligada visita el Valle de los Templos de Agrigento, considerado por los amantes de la naturaleza y de la historia como uno de los lugares más bonitos del mundo.
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Ragusa
No hay dos ciudades iguales en toda Sicilia y muestra de ello es Ragusa, ciudad que rompe de lleno con la idea de metrópoli que tenemos. Aquí las casas se agolpan alrededor de una colina formando una curiosa montaña de casas. El barroco campa a sus anchas por las calles de esta provincia donde destaca la Iglesia de San Bartolomeo ubicada en la localidad por excelencia del barroco, Scicli.
Lo más peculiar de Ragusa se encuentra en sus museos, especialmente en los arqueológicos donde se relatan las hazañas de los poblados Siculos que se establecieron en esta región en la época arcaica y que nos impactan hoy en día con las reliquias en forma de objetos y construcciones que dejaron. También poseen una gastronomía peculiar donde predominan los pastieri rellenos de carne picada mezclada con queso y huevo, o los scacce que son pastelitos salados. Otros platos extravagantes que solo podrás degustar aquí son las costillas rellenas y la gelatina de cerdo.
Cefalú
Los veranos jamás serán iguales después de visitar Cefalú pues las mejores playas sicilianas se encuentran aquí. Es tal la afluencia turística en este lugar que si decides programar tu viaje en agosto casi seguro que no encontrarás ni una sola habitación de hotel disponible. Una de las mejores playas de Sicilia se encuentra aquí y además lleva el mismo nombre que la ciudad: la playa de Cefalú es de las favoritas por los turistas por su forma de media luna y por su relación con la naturaleza que brinda paisajes extraordinarios dignos de ser fotografiados una y mil veces. Aguas cristalinas que bañan una arena muy fina y dorada y con vistas a un encantador pueblo de pescadores.
En Cefalú se cuentan leyendas mitológicas muy interesantes sobre el origen de la ciudad, pues en este pequeño enclave dominado por el mar encontramos muchas cosas que hacer, desde recorrer las calles donde encontraremos edificios de gran belleza, conocer su historia y tradiciones, hasta disfrutar del sol y descansar en playas totalmente vírgenes.
Estas y otras muchas ciudades te esperan en Sicilia, lugares con vastos terrenos naturales, con extensas playas de arena dorada, con preciosos pueblecitos poblados de flores… Podrás disfrutar de unos paisajes exclusivos, de una cultura y un ocio únicos y de una gastronomía excelente. ¡Sicilia te espera!