Las Islas Baleares son uno de los destinos más visitados de nuestro país, tanto por turistas extranjeros como nacionales. Si bien es verdad que la temporada estival es cuando más visitantes reciben las islas -sus playas, su principal argumento-, durante el resto del año también llegan turistas para visitar su naturaleza y sus pueblos, a degustar la afamada gastronomía balear y a relajarse unos días alejados del estrés de la rutina.
Reserva ya tu casa de vacaciones en Baleares
Y precisamente de esos pueblos, destinos ansiados para quienes quieren huir de ruido, es de los que os queremos hablar hoy en este artículo. Y es que las islas albergan una gran cantidad de pequeños y pintorescos pueblecitos donde el tiempo parece haberse detenido a observar sus impolutas casas, sus serpenteantes callejones y a sus felices habitantes. Como un turista más. Así que ya sabes, si te interesa conocer más de cerca nuestros pueblecitos baleares preferidos, ¡sigue leyendo! porque os prometemos que la selección merece la pena.
Los pueblos más bonitos de Mallorca
Soller
Uno de los pueblecitos más bonitos que se pueden encontrar en la fotogénica isla de Mallorca es la localidad de Soller. Incluso el traslado desde la capital, Palma, hasta allí es de lo más pintoresco, ya que podrás hacerlo en el antiguo tren que conecta ambas poblaciones. El pueblo de Soller se sitúa a unos 3 kilómetros de la costa noroeste, en el corazón del valle a los pies de la Tramontana.
Banyalbufar
Pocos pueblos superan la belleza que transmite el pueblo de Banyalbufar, que significa en árabe antiguo “enclavado en el mar”. Y es que como podrás comprobar, este pueblecito mayorquín está situado en la ladera frente al Mediterráneo ofreciendo unas vistas inigualables. Es menos turístico que otras poblaciones de la isla por lo que eso aun le otorga mayor encanto a su entorno. Además encontrarás diferentes calas donde disfrutar del mar y varias bodegas donde degustar parte de la gastronomía mallorquina.
Deia
Si te gusta la montaña pero quieres disfrutar al mismo tiempo de la playa en Deia podrás combinar ambas pasiones. Es una de las joyas menos conocidas de la isla por los turistas y sin embargo ofrece todo lo que un viajero busca en una escapada: tranquilidad, naturaleza, hermosos paisajes… Sus casitas de piedra construidas a pie de playa te cautivarán y será muy difícil querer salir de esta localidad. Pero eso sí, antes de irte no olvides probar la cocina de la zona de la mano del pintoresco Café Miró, ¡el rincón más bohemio y con encanto de toda la Tramontana!
Fornalutx
Si la localidad de Fornalutx ha conseguido ser considerada “el pueblo más bonito de España”, será porque merece la pena hacerle una visita, ¿no? Una vez te adentres en sus calles no querrás conocer otros rincones de la isla porque por sí solo enamora… Sus edificios combinan la piedra con el color blanco y están perfectamente conservados. Miles de flores decoran las calles y balcones de la localidad, que cuenta con monumentos de más de cuatro siglos de historia. Sin duda, es como hacer un viaje al pasado donde el encanto del Mediterráneo ha calado en cada rincón de de la localidad.
Pueblos con encanto para enamórarse de Menorca
Binibeca
Si vas a pasar unas vacaciones en Menorca, uno de los pueblos que van a hacer que te enamores completamente de la isla es Binibeca. Cientos de casitas de un color blanco intenso y reluciente, estrechas callecitas empedradas, balcones coloridos por sus flores… en fin, es el arquetipo de pueblo mediterráneo que todos imaginamos cuando pensamos en este rincón de España. Además podrás disfrutar en él del Mediterráneo en playas y calas -muchas de ellas naturistas– rodeadas de vegetación y con una arena blanca y fina que invita a quedarse todo el día.
Sant Lluís
Similar a Binibeca, encontramos Sant Lluís, un pueblecito de fachadas blancas en el que parece que el tiempo se ha detenido. En este caso lo encontramos junto a Mahón, ofreciendo unas bonitas vistas del Mediterráneo desde el amanecer hasta la puerta de sol. Uno de los símbolos de la población es el Molí de Dalt, por supuesto encalado y con un peculiar tejadillo pintado en celeste; aunque antiguamente era un molino de trigo hoy en día se puede acceder a su interior ya que se ha convertido en un museo.
¿Mahón o Ciudadela?
Estas dos ciudades son las más grandes de Menorca, cada una situada en un extremo de la isla y al ser dos de las más conocidas, esta suele ser la pregunta que se hacen los turistas para decidir en cuál alojarse. Aunque Mahón es la capital y merece la pena hacerle una visita, sin duda Ciudadela es mucho más pintoresca para recorrer. El Castillo de San Nicolás, el puerto, la Plaza de Ses Voltes o el casco antiguo te harán sentir la esencia del Mediterráneo.
Menorca a un clic, ¡reserva ya tu casa para estas vacaciones!
Ibiza y sus pueblos con encanto
Ibiza es una isla de contrastes; tan pronto encuentras turistas que sólo buscan playas por el día y discotecas por la noche, como muchos otros viajeros que vienen aquí en busca de relax, parajes únicos y calas inolvidables. Y es que lo bueno de Ibiza es que tiene estas dos caras: es la isla con mayor diversión del Mediterráneo pero a la vez la más pintoresca y apacible. Si te quieres quedar con esta última opción, ven a recorrer Dalt Vila en pleno corazón de la capital. Paseando por sus calles empedradas llegarás hasta la zona más alta donde llevarte un hermoso recuerdo del puerto y el Mediterráneo a vista de pájaro.
Uno de nuestros pueblos favoritos en Ibiza es Es Cubells, una localidad que ofrece unas espectaculares vistas al estar situado en lo alto de un acantilado y donde podrás disfrutar de las hermosas playas de la isla. También merece mención especial el pueblo de Sant Rafael de sa Creu donde la artesanía ha sido la protagonista con el paso de los siglos. Uno de los puntos de interés que no debes perderte es su austera pero bonita iglesia encalada situada en un mirador que no deja a ningún turista indiferente.
Formentera, un paraíso aparte
Y también tenemos que hablar de uno de los paraísos de nuestro país que parece que por su pequeño tamaño a veces nos pasa desapercibido. Para acceder a él tienes que hacerlo desde Ibiza y por eso muchos sólo están un día para conocerlo. Pero Formentera es una isla con unas playas tan magníficas y unos pueblos tan pintorescos que merece dedicarle unas vacaciones aparte. Uno de los rincones en los que podrás ver la puesta de sol más hermosa es Es Caló, a los pies de la Mola y un pueblo de pescadores cuyo puerto ya era utilizado en época romana. Si quieres unas localidades bonitas y con animación, no dejes de visitar La Savina (principal puerto de la isla) y Es Pujols; en este último encontrarás un mercadillo nocturno hippy y el mejor ambiente de Formentera.
Ahora que ya sabes que tu próxima escapada está en las Islas Baleares sólo te falta elegir la isla en la que te vas a quedar…