Burdeos es la segunda ciudad francesa con más edificios protegidos y monumentos históricos por detrás de la todopoderosa París. El casco antiguo de la capital de la Gironda es una joya arquitectónica que hunde sus orígenes en el siglo XVIII, y que ha sabido evolucionar a lo largo de los tiempos manteniéndose fiel a su esencia. Este buen hacer en campos como el urbanismo y la conservación le ha valido a la ciudad de Burdeos el reconocimiento más importante que otroga la UNESCO, recibiendo en 2007 la denominación de Patrimonio Mundial.
Y es que nos encanta visitar destinos que rebosan historia y cultura, en los que un simple paseo por sus calles nos transporta a otros siglos de carruajes y capas, y en los que una cena a la luz de las velas sobre una terraza adoquinada del casco antiguo nos hace sentirnos bohemios y afortunados. Uno de esos destinos «mágicos» es sin duda la ciudad de Burdeos, una ciudad antigua y serena, al tiempo que cosmopolita y vibrante, y donde se practica como en ningún otro sitio el arte de vivir.
Por eso hoy queremos traerte un recorrido en el que destacaremos los lugares más interesantes que ver en Burdeos, lugares concebidos para el deleite de los cinco sentido que dejarán, sin duda, una impronta en el visitante.
Visita la ciudad-estuario del Garona en cualquier época, pues Burdeos es una ciudad que invita al paseo durante casi todo el año. Recorre sus calles antiguas o pasea en bici por la ribera del río, degusta sus especialidades culinarias -reconocidas en todo el mundo- o respira el aire puro y cata sus célebres vinos en las viejas zonas vinicolas y sus imprescindibles chateaux.
¿Nos acompañas a descubrir los lugares más importantes de Burdeos? Toma nota y no pierdas detalles, pues empieza nuestra ruta por la capital del buen vivir: Burdeos.
Qué ver en Burdeos: los imprescindibles
El Espejo de Agua:
Uno de los símbolos de la ciudad, y el lugar más fotografiado de Burdeos, es el Espejo del Agua. Desde 2006 la ciudad cuenta con el espejo más grande del mundo, con cerca de 3.500 m2 que se extienden a lo largo y ancho de la famosa Plaza de la Bolsa. En realidad el espejo es una enorme placa de granito cubierta por 2 cm de agua, creando así efectos de espejo y niebla, que se adorna con juegos de agua, fuentes y chorros para crear una experiencia visual única en el mundo.
Plaza de la Bolsa:
Otro de los imprescindibles que ver en Burdeos es la Plaza de la Bolsa. Se trata de un conjunto arquitectónico del siglo XVIII construido por Ange-Jacques Gabriel, el primer arquitecto de Louis XV y que terminó por situar a Burdeos en el mundo, impulsando el comercio y la reputación de la ciudad en toda Europa. La plaza es un espacio rectangular, escoltado por el antiguo Palacio de la Bolsa y el desaparecido Hotel de Femmes (actual Museo Nacional de las Aduanas), en cuyas fachadas resplandecen los forjados y mascarones que representan motivos mitológicos y temáticas comerciales.
Barrio de Saint-Pierre:
El Barrio de Saint-Pierre es la zona más antigua y de mayor valor histórico de Burdeos, por eso el simple hecho de pasear por él, de perderse por sus callecitas y de admirar sus fachadas, es una de las experiencias más gratificantes que uno puede vivir en la ciudad del Garona. Antiguamente aquí se encontraba la entrada del puerto, quizá por eso es la zona que más creció en la época medieval. Todavía hoy se puede ver como las calles recibían su nombre en función de los oficios que siglos atrás se disponían en ellas: la de los comerciantes, los orfebres, almacenes de cereal… Una de las paradas que se deben hacer en este barrio es frente a la Puerta Cailhau, uno de los accesos de las antiguas murallas con más de 500 años de historia.
Monumentos históricos:
Pocas ciudades pueden presumir de contar con más de 300 edificios declarados monumentos históricos, de entre los que destacan La Catedral de Saint André, el célebre Puente de Piedra sobre el Garona, la Basílica de Saint Michel, el Gran Teatro o la misma Plaza del Comercio. Hay que tener en cuenta que Burdeos es una de las principales ciudades de paso del Camino de Santiago, por lo que su patrimonio histórico y religioso ha sido puesto en valor gracias a una ardua tarea de conservación y recuperación.
La Ciudad del Vino:
Independientemente de si en tu visita vas a querer hacer una cata o no, uno de los lugares más visitados de Burdeos es la Ciudad del Vino. Se encuentra en el interior de un moderno edificio en el que podrás encontrar toda la información relacionada con este cultivo, decenas de proyecciones audiovisuales, todo tipo de contenidos y un recorrido de unas 2 horas en las que descubrirás todos los secretos sobre la producción de estos caldos.
Qué hacer en Burdeos: actividades para redondear tu visita
Catas de vinos en Burdeos:
Un total de 6 rutas y hasta 60 circuitos y catas relacionadas con el mundo vinícola esperan a los amantes del vino en Burdeos. Si quieres descubrir algunas de las bodegas más antiguas y famosas de Europa y, además, disfrutas pasando el día en el campo, qué mejor plan que darte este capricho en tus vacaciones. Dentro de la zona agrícola, el viñedo es una de las principales producciones, por eso podrás descubrir hasta 6 tours diferenciados según denominación de origen: desde Médoc, hasta Sauterne, pasando por Saint-Emilion, Blaye o Entre-deux-Mers. Hay diferentes opciones como por ejemplo hacer el recorrido en bici, ver el viñedo en barco, hacer un pack de 3 viñedos a la vez… Tú eliges la que mejor se ajuste a lo que buscas, porque en cualquier caso disfrutarás de una jornada donde el buen vino será el protagonista.
Paseo en barco:
Burdeos es una ciudad relacionada íntimamente con el agua y uno de los principales puertos europeos durante siglos. Por eso una de las actividades que podrás hacer durante tus vacaciones es dar un paseo fluvial en barco para descubrir desde otra perspectiva la ciudad. Como te decíamos, el barco es una de las opciones para visitar los viñedos, pero también para tener una primera toma de contacto con la localidad francesa. Los recorridos comienzan en el corazón de Burdeos y descienden hasta el estuario, donde podrás ver el encantador entorno natural que lo rodea. Si te apasiona el turismo gastronómico, podrás aprovechar tu excursión para conocer la cocina de local, pues en la mayoría de cruceros incluyen catas de comida y vinos.
El Jardín Público:
Pocas ciudades pueden presumir de tener un pulmón verde tan extenso como tiene Burdeos. Creado a mediados del siglo XVIII, el llamado Jardín Público es uno de los más destacados de la nación francesa y es el escenario perfecto para escapar del núcleo urbano y sentirte en total armonía con la naturaleza. A su alrededor podemos encontrar importantes puntos de interés como el Jardín Botánico o el Museo de Historia Natural y además, es el lugar perfecto para visitar con niños ya que dispone de zonas infantiles y hasta de un teatro de marionetas de Guignol. ¡Un plan perfecto para toda la familia en el que naturaleza y ocio irán de la mano!
Y es que es imposible no enamorarse de esta ciudad donde la majestuosidad de sus monumentos se combina a la perfección con la naturaleza que la rodea: los viñedos, el Atlántico y las agua del Garona. Burdeos se convierte en el escenario perfecto para unas vacaciones donde ocio, cultura y gastronomía están en total equilibrio, otorgándole al viajero la reconfortante sensación de estar haciendo algo que va mucho más allá del turismo: entregarse a la alegría de vivir, que diría E. Zola.