Cierra los ojos y piensa en los Alpes. Ahora imagina un pueblo montañoso y nevado lleno de casitas y de esquiadores emocionados. Abre los ojos. ¡Estás en Chamonix! Esta población es mucho más que un destino de esquí -que lo es, y uno de los mejores y más exclusivos. Pero este pueblo no solo es conocido por los esquiadores, sino por todos los amantes de los paraísos nevados y todo lo que estos tienen para ofrecer. Para demostrártelo, te dejamos una lista de las cosas maravillosas que ver en Chamonix.
Todo lo que hacer y ver en Chamonix-Mont Blanc
Flipar con L’Aiguille du Midi
L’Aiguille du Midi es la aguja más alta de las que hay en Chamonix, con una altitud de 3.842 metros. Malczewski, Balmat y otros cinco guías, fueron los primeros en llegar a su cumbre en el año 1818. A partir de ese momento, se convirtió en un lugar muy turístico. Si sueñas con subir a ella pero no practicas la escalada, no te preocupes: hay teleféricos. Si eres valiente, el teleférico de ascenso vertical más alto del mundo te está esperando: desde 1.035 a 3842 metros.
Escaparse a Argentière, el pueblo
Argentière es un pueblo pequeño y pintoresco. El glaciar del mismo nombre se encuentra al sureste y el pueblo está rodeado de montañas. Es un destino popular para esquiadores, snowboarders y excursionistas, pero vale la pena visitarlo solo por su ambiente de cuento de hadas.
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Conectar con la naturaleza en el Parc de Merlet
A 1.500 metros por encima del pueblo de Les Houches, el parque de Merlet es un balcón excepcional del Mont Blanc, una joya en el valle de Chamonix. Se trata de un «zoológico» abierto de 21 hectáreas de prados y bosques de abeto. Acércate a ver especies tan bellas como las gamuzas, cabras, ciervos, marmotas… y muchos más animalitos que viven libres en este parque.
Pasar un poco de miedo en Le 3842 y El paso hacia el vacío
Dos lugares impresionantes donde los haya, ambos en la cima de L’Aiguille du Midi. Le 3842 es una cafetería y restaurante donde podrás comer a 3842 metros de altura y con unas vistas de película.
Por otro lado, El paso al vacío es un cubo de vidrio literalmente «colgado» en el vacío. Gracias a sus 5 caras transparentes, podrás contemplar el espectáculo montañoso que se extiende a tus pies. Desaconsejado para los que sufren de vértigo o miedo a las alturas, nos recuerda al Skywalk (la pasarela de vidrio del Gran Cañón en Estados Unidos) y al mirador de la CN Tower de Toronto (con suelo de vidrio a 447 m de altura).
Viajar al pasado en el tranvía Du Mont-Blanc
Este tranvía es perfecto para aquellos que quieran disfrutar de las vistas y para los que van esquiar. En su recorrido hasta la meseta de Bellevue pasa por áreas preciosas y hace paradas en algunas estaciones. El tranvía que sale de Le Fayet & Saint Gervais, da acceso a la zona de esquí de Les Houches – Saint Gervais.
Los que han subido a él describen la experiencia como un viaje en el tiempo a través de bosques cubiertos de nieve.
Cruzar a Italia por tierra en el Túnel y por aire en el Telecabina Panorámico
Por otro lado, el Telecabina Panorámico del Mont Blanc (antiguamente llamado Telecabina del Valle Blanco) hace un recorrido aéreo de 5.093 metros en media hora y sobrevuela el Valle Blanco y el Glaciar du Géant. Une L’Aiguille du Midi con la Punta Helbronner, que está en la frontera entre Francia e Italia. El trayecto está diferenciado en 3 tramos. Podrás ver glaciares con sus grietas, y otras vistas de 360º realmente bonitas. Disfrutar de este «paseo» es caro, pero una vez allí, merece muchísimo la pena.
Darle el gustazo a los peques en el Parque de atracciones de Chamonix con su Alpine Coaster
Es el mayor centro de ocio familiar de la región; un buen lugar para pasar el día con niños. Además, no solo hay atracciones de nieve, sino que también hay camas elásticas, motos eléctricas y toboganes de verano, entre otras instalaciones. La más visitada es el Alpine Coaster, una pista de 1,300 metros de largo con rieles sobre la que te deslizas en una especie de trineo.
Aprender en el Musée des Cristaux
Aquí podrás ver los famosos minerales de Mont-Blanc, entre los que destacan el cuarzo ahumado y la fluorita rosa. Verás minerales, cristales y rocas, pero también hay una sección dedicada a la escalada y alpinismo, y que es interactiva. Los más pequeños disfrutarán del muro de escalada interactivo y del taller de nudos.
Alojarse en una cabaña en la nieve
Para que el viaje a Chamonix-Mont-Blanc sea redondo, solo queda elegir la opción de alojarse en una cabaña. De esas de madera, con chimenea y muchos sofás y cojines. Ya sabes, que sea la más acogedora del mundo y puedas ver nevar por la ventana. Aquí puedes ver algunos chalets en Chamonix que son una pasada?. Si quieres ver más, mira nuestra lista de casas preciosas en destinos de nieve.
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