Si tienes planeado viajar próximamente a algún destino europeo, este artículo te va a resultar útil: vamos a hablar sobre la Tarjeta Sanitaria Europea. La integración europea ha «eliminado» las fronteras entre países y ha simplificado algunos servicios públicos tan importantes como -en este caso- la sanidad. Y es que nadie quiere ponerse malo estando de viaje, pero la enfermedad o los accidentes llegan sin avisar y ya que te pueden fastidiar las vacaciones, al menos que te pille con toda la documentación en regla para poder ser atendido sin ningún tipo de problema en cualquier hospital de la Unión Europea.
¡No pierdas detalle de está información de gran utilidad, pues en este artículo aprenderás qué es la Tarjeta Sanitaria Europea, para qué la necesitas, cómo y dónde se puede conseguir, en qué lugares es válida, qué hay que hacer para renovarla y cómo proceder en caso de perderla!
Todo lo que necesitas saber sobre la Tarjeta Sanitaria Europea
Ante todo debe quedar claro que este documento no es obligatorio pero sí muy útil y necesario en caso de requerir asistencia médica.
Como en la propia web de la Seguridad Social se define, la Tarjeta Sanitaria Europea (TSE) es un documento personal e intransferible que otorga al propietario el derecho a recibir las atenciones sanitarias médicas que necesite durante una estancia temporal en algún destino del Espacio Económico Europeo o de Suiza. Para ello se tiene en consideración la naturaleza de las prestaciones, el tiempo previsto para la estancia y la normativa del país que se visita. No se tiene en cuenta si la estancia está movida por motivos profesionales, formativos o turísticos.
¿Para qué sirve la Tarjeta Sanitaria Europea?
Este documento sirve básicamente para acceder al sistema sanitario del país en el que se encuentre el turista en las mismas condiciones que los ciudadanos de dicho país. Por ejemplo, si en el destino en el cual se encuentra el turista hay copago, el turista deberá ejercer el copago sanitario, como ocurre en Francia o Alemania. Si por el contrario es gratuito, como en la mayoría de las Comunidades Autónomas de España, el turista será atendido de manera totalmente gratuita. No debemos confundir la TSE con un seguro, pues en ningún momento nos cubrirá hasta una cierta cifra, sino que, como explicamos en este párrafo, simplemente sirve para equiparar al turista con el ciudadano del destino en cuanto a derechos de asistencia sanitaria.
¿En qué situaciones NO sirve la Tarjeta Sanitaria Europea?
Cuando se viaje por motivos exclusivamente médicos este documento no será válido. Si la persona se ha desplazado a otro país miembro para recibir tratamiento médico será obligatorio que posea el formularo que emite el Instituto Nacional de la Seguridad Social (INSS) o el Instituto Social de la Marina (ISM), previamente validado por el Servicio de Salud.
Este documento no es un seguro de viaje. En ningún caso cubrirá los costes de la asistencia médica privada, ni de la pérdida de las pertenencias, ni de los vuelos de ida y vuelta. Por otro lado, la TSE tampoco tendrá utilidad si la persona se ha mudado a vivir a otro estado, en ese caso deberá darse de alta en el sistema sanitario del nuevo país de residencia.
¿Tengo que pagar por la atención médica si poseo la Tarjeta Sanitaria Europea?
Es posible, si el país de destino así lo tiene establecido para sus residentes, que en algunos lugares de la Unión Europea se deba pagar una cantidad fijada o una parte de los gastos que se deriven de la atención que se ha recibido. Estos importes no son reintegrables y se asumirán del mismo modo en que lo hacen los asegurados del país al que se ha viajado. Algunos servicios que en el país de origen son gratuitos, pueden no serlo en el territorio de destino. Por tanto, la Tarjeta Sanitaria Europea no garantiza la gratuidad de la asistencia sanitaria.
Solicitud y renovación de la TSE ¿Qué hacer en caso de pérdida?
Pueden pedir la Tarjeta los titulares de derecho dados de alta en la Seguridad Social y los beneficiaros a su cargo.
Se podrá solicitar por Internet entrando en la página de la Sede Electrónica de la Seguridad Social. Para este trámite no es necesario el certificado digital.
También se puede pedir acudiendo a algún centro de Atención e Información de la Seguridad Social (CAISS), habiendo acordado cita previa; o, si no, en las Direcciones Provinciales o Locales del Instituto Social de la Marina (ISM).
Independientemente de la vía por la que se haya solicitado, en un plazo máximo de 10 días se recibirá en la dirección apuntada en la Base de Datos de la Seguridad Social; en ningún caso se podrá recoger en mano, así que es importante comprobar que aparece el domicilio correcto y actual.
Si por cualquier causa fuera imposible enviar la TSE, o si el viaje fuera inmediato, se podría pedir el Certificado Provisional Sustitutorio (CPS) de la TSE. De igual forma es aconsejable solicitar este certificado en caso de pérdida o robo.
Este es el número de teléfono del Instituto Nacional de la Seguridad Social, al que se deberá llamar para solicitar el envío del CPS: 901 16 65 65. Se le pedirá al solicitante que cumplimente y presente este mismo documento. Como último paso, en esta página se podrá buscar las diferentes oficinas fuera del país de origen en las que poder presentar el documento de solicitud.
Validez de la TSE
La Tarjeta Sanitaria Europea estará activa durante dos años (en la propia tarjeta aparece la fecha de caducidad). El titular podrá utilizar la TSE durante esos dos años siempre y cuando siga cumpliendo los requisitos que se le exigieron al solicitarla.
Esta es la lista de países en los que será válida la Tarjeta Sanitaria Europea: Alemania, Austria, Bélgica, Bulgaria, Chipre, Croacia, Dinamarca, Eslovaquia, Eslovenia, Estonia, Finlandia, Francia, Grecia, Hungría Irlanda, Islandia, Italia, Letonia, Liechtenstein, Lituania, Luxemburgo, Malta, Noruega, Países Bajos, Polonia, Portugal, Reino Unido, República Checa, Rumania, Suecia y Suiza.
Ya se ha visto que, si se desea gozar de cobertura sanitaria durante la estancia en el extranjero por vacaciones, es imprescindible disponer de la Tarjeta Sanitaria Europea. También es importante solicitarla con suficiente antelación al viaje, pues tarda 10 días en llegar al domicilio. Si ya se dispone de una es recomendable asegurarse de su fecha de caducidad y comprobar que cubre, por lo menos, hasta el día de regreso a casa. Por supuesto, no tiene por qué suceder nada, pero siempre será mejor ir prevenidos.