Cuando tenemos niños que no toleran el gluten prestamos una atención especial a su alimentación durante el día a día. Pero si se nos plantea la ocasión de viajar con niños celíacos, el cuidado que debemos prestar es mucho mayor. Los padres de los pequeños intolerantes al gluten se encuentran muchas veces con grandes impedimentos a la hora de salir a un restaurante a comer o cenar, o en el momento de viajar.
Consejos para viajar con niños celíacos
Organizar un viaje con los más peques requiere, de por sí, un esfuerzo extra en comparación al hecho de viajar solo adultos, pues hay que contar con todos sus enseres y artículos necesarios -sobre este tema tenemos una checklist muy chula en la que reunimos todo lo imprescindible para hacer un viaje en coche con niños. Pero, si nuestros hijos presentan una intolerancia al gluten (una proteína presente en los granos de trigo, cebada, centeno, avena y espelta entre otros cereales) la preparación al viaje la vamos a llevar a cabo de una manera más exhaustiva. Hay que tener en cuenta que los pequeños comen en parte por los ojos y que, si un plato no les resulta apetecible o «divertido», va a ser difícil que lo coman con buena actitud. Por ello debemos ayudar a que los menús fuera de casa de nuestros hijos intolerantes al gluten tengan una buena presentación y no se limiten al arroz hervido blanco con una triste pechuga de pollo hervida también.
Podemos seguir estos consejos que hemos recopilado y hacer que viajar con niños celíacos no suponga ningún problema. Estas son algunas cosas a tener presente antes de marcharnos de vacaciones.
- Acordarnos de llevar encima algo de comida sin gluten por si acaso o para picotear entre horas.
- A la hora de viajar a un país extranjero, es interesante que llevemos anotadas algunas frases y preguntas en el idioma del destino: «¿Disponéis de menús sin gluten?», ¿Dónde podemos encontrar un restaurante para celíacos?».
- Una buena idea antes de partir es ponerse en contacto con la asociación de celíacos del país en cuestión para pedir una lista de todos los locales que ofrezcan opciones sin gluten
Una vez en el destino, estas indicaciones son las que debemos tener en cuenta a la hora de pedir un menú o algo para picar. Sobra decir que sirven tanto para restaurantes o bares, como avión, tren u otro transporte o lugar que cuente con servicio de catering.
- Por supuesto, antes de nada hay que indicar al camarero -o, mejor aún, al jefe de cocina- que nuestro pequeño es celíaco y sus alimentos no pueden contener gluten. Si estamos en un avión, deberemos comunicarlo al personal de cabina.
- Podemos enumerar al camarero o cocinero una lista de los alimentos que el niño puede comer sin riesgo para que ellos nos proponga unos platos que no supongan peligro.
- Es importante preguntar por la forma en la que están cocinados los platos para asegurarnos que no han entrado en contacto con alimentos que lleven gluten.
- Son muchos los platos deliciosos que no contienen esta proteína. Por ejemplo, las patatas fritas. Las podemos pedir sin problema para nuestro niño o niña, pero haciendo especial hincapié en que se cocinen en una sartén bien limpia.
- Lo mismo sucede con otros muchos alimentos como pueden ser las ensaladas, las frutas o las tortillas. Se pueden comer sin riesgo alguno pero prestando atención al modo en que están elaboradas y pidiendo que no se añada nada que no esté entre los alimentos seguros.
- En el caso de pescado y carne hecho a la plancha, en principio no habría ningún problema. Sin embargo, algunos restaurantes espolvorean un poco de harina en la plancha para que no se pegue el filete al cocinarlo. Es importante que recordemos pedir que se evite esta técnica para el plato del niño.
- No es habitual que en bares, restaurantes o menús de aviones dispongan de pan sin gluten. Así que podemos llevar un paquetito con unas rebanadas para dárselo al niño si le gusta.
- Si entramos en algún local en el que no hay muchas facilidades para las personas celíacas, lo mejor será ir a lo seguro y pedir unas tapas de queso o jamón serrano, por ejemplo.
Hoy en día, los restaurantes y locales que sirven comida están obligados, por ley, a indicar en la carta los alérgenos de cada receta; esto nos da una gran comodidad a la hora de saber si pedir determinados platos. Y, como hemos dicho antes, también podemos informarnos, previa partida hacia nuestro destino de viaje, sobre los restaurantes que tienen opciones de menús sin gluten; cada día hay más, ¡hasta pizzerías! No obstante, si en nuestra ciudad de destino no encontramos ningún local que nos convenza para ir a comer con nuestro hijo celíaco, optar por alojarnos en un apartamento con cocina es una muy buena idea. Así vamos a tener la posibilidad de cocinar de manera segura los platos que le gusten al pequeño con los alimentos que podemos comprar en cualquier supermercado o tienda dietética de la zona.
Viajar con niños celíacos no es complicado, simplemente se trata de prestar atención a sus necesidades y hacerles el viaje lo más cómodo posible llevando en la mochila sus snacks favoritos y yendo a restaurantes en los que ofrezcan menús variados para ellos.